Chris regresó una semana después con su moto. Se le había averiado en Sumbawa, así que alquiló un coche para recogerla y devolverla. Lo primero que me cautivó fue el tamaño de la moto y todo lo que llevaba encima... desde las luces hasta el depósito de gasolina; todo parecía gigantesco... en el mejor sentido.
Durante los siguientes meses, Chris se convirtió en un elemento fijo en los terrenos del Templo, pasando el rato durante el día y trabajando en su bicicleta por la noche. Durante su estancia, terminó alojándose con casi todos los empleados de Deus. Desde mecánico hasta director general, se abrió camino entre los empleados, haciendo lo que podía para pagar a cada posadero... el último de los cuales fui yo. Se instaló en mi habitación de invitados durante más de un mes, y con él trajo buenos momentos, grandes historias y un montón de mujeres hermosas. (Todavía no sé cómo lo hizo, pero este tipo logró recolectar más pieles que un trampero francés).
Su historia comienza en California... después de la universidad, fundó una empresa, inventó algunas cosas y la vendió en el momento oportuno. Ganó su fortuna, pero no podía quedarse quieto, como yo, sin dinero. Dijo que se le ocurrió la idea y simplemente la llevó a cabo. "Salí y compré la DRZ400, empaqué mis cosas, armé un plan y me fui", dijo...
"Desde el inicio hasta la salida pasó menos de un mes."
Salió de California y se dirigió a México, y desde entonces no ha mirado atrás... eso fue hace casi tres años.
Ha sido todo un viaje, sin duda. Salté dunas en Baja California... piloté un avión por las montañas chilenas... me caí de la moto intentando hacer aquaplaning al cruzar ríos... di una vuelta con un piloto de rally profesional horas antes de que empezara el París-Dakar y me lo pasé genial con mujeres guapas y gente local alocada... Ahora no estoy seguro de si estoy haciendo esto de la vuelta al mundo al 100%... pero, caray, me lo estoy pasando genial a mi manera.
Esa declaración por sí sola me hace reevaluar algunas cosas... si no estuviera trabajando en Paradise, para una empresa que incorpora cada uno de los sueños que flotan en mi cabeza... me habría ido, con polvo en el espejo y nada más que una brújula que me llevaría a mi destino.
Chris se fue hace unos días... su bicicleta fue reparada y su tiempo fue aprovechado. Claro que todos lo extrañaremos, pero su viaje debe continuar... y estoy seguro de que nos volveremos a encontrar tarde o temprano.
Así que para todos los que están pensando en ello, o incluso para los que no... espero que esta historia los impulse a hacerlo... y a vivir con lo que sea que les arrojen... bueno o malo.
(Para todos aquellos que se lo preguntan, Chris comenzó en California y procedió a llegar a Bali a través de los siguientes países... México, Honduras, Nicaragua, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Nueva Zelanda, Australia, Timor Oriental y hasta nuestra puerta en Indonesia).