Steve McQueen dijo una vez: «Prefiero despertar en medio de la nada que en cualquier ciudad del mundo». Y solemos tomarnos esta idea muy en serio. A menudo nos encontramos en desiertos abiertos, largas extensiones de arena, remando hacia profundos arrecifes o sudando profusamente mientras nos abrimos paso por la selva.
Pero hay algo que decir sobre la locura y el desenfreno que caracterizan a Nueva York. Ninguna ciudad en la Tierra se compara. Parece tener su propio corazón, que late a un ritmo más rápido que cualquier otro lugar. Su enorme tamaño y masa crean una fuerza gravitacional que requiere al menos una visita. Y si te gusta la pizza y la fiesta, es la meca. Así que, por supuesto, Deus tenía que estrenar nuestra última película en esta ciudad insaciable. "Death Rides A Horse" se estrenó ante un bullicioso grupo de neoyorquinos en Freehold, ¡y el evento no decepcionó! Los gritos y aplausos comenzaron incluso antes de la película y continuaron sin cesar durante toda la proyección. Se brindaron cervezas, se hicieron vítores, se repartieron abrazos, se chocaron las manos y las risas inundaron el bar. Mientras la multitud salía a toda velocidad del local, la típica pregunta que oímos sin parar en nuestra visita a Nueva York fue "¿Dónde está la pizzería más cercana?".
Gracias a Jonathan Stein y a todos en Freehold Brooklyn.
Imágenes de Joel Alexander / @hahaJoel / www.joelalexander.nyc 
