Al revisar tablas nuevas en el rack, deslizando las manos por el riel y la plataforma, lo primero que miras son las medidas y, después, el nombre del shaper. Pero, aparte de su forma, ¿quién hizo esa tabla tan estéticamente atractiva?
Con suerte, era Jake Bowrey, "El laminador". A menudo se pasa por alto, pero lo que puede hacer o arruinar una tabla bien tallada es el trabajo del cristal, y lo que distingue su aspecto de cualquier otro son sus toques finales, como un trabajo limpio y tintes de resina. Así que, tras bambalinas y en el centro de atención, les presentamos a uno de los chicos que le da clase al cristal. Jake Bowrey es de Westward Ho, North Devon, Inglaterra. Como la mayoría de los grandes constructores de tablas, se curtió en el garaje de su casa... o en este caso, en un cobertizo construido contra el hastial de la casa de sus padres. La estructura se inspiró en un diseño que vio después de un viaje a Bali, hace bastantes años, en una caseta de tallado en un callejón de Kuta. ¡Debió ser una vista preciosa! Dijo: "En aquella época, en el Reino Unido no había nadie que fabricara el tipo de tablas que yo buscaba; la variedad de artesanías era algo inaudito en aquel entonces en Inglaterra". Así que, por así decirlo, se encargó del asunto. Ha recorrido un largo camino desde entonces, tras mudarse a Noosa Heads, Queensland, Australia, y trabajar con vidrio para figuras prestigiosas como Dick Brewer, Reno Abilara y George Rice. Cambió su "Scrumpy cider" por "VB" y su destartalado cobertizo por una minifábrica totalmente equipada. Al asociarse con Thomas Bexon, quien compartía sus ideas, comentó: "Las grandes mentes piensan igual y, además, trabajan muy bien juntas". Su mutuo desagrado por los "propulsores de pan blanco" se refleja en sus artísticos tintes de resina, combinaciones de colores abstractas y formas innovadoras. Cuando le preguntaron por qué la gente debería pagar más por una tabla como esta, su respuesta fue bastante concisa: "Porque podría vidriar ocho tablas cortas blancas en un día, o una tabla de corte tintada de extremo grande". Más de cinco mil tablas después, ha desarrollado una habilidad que supera con creces sus 29 años de vida. Tuvimos el gran privilegio de tener a Jake aquí en el Templo, haciendo lo que mejor sabe hacer y compartiendo sus secretos con el equipo de vidriería de Deus. Durante su ocupación de las naves de vidrio y moldeado de Deus, Jake y Thomas Bexon probaron cosas muy especiales. Experimentaron con cosas como la tela tradicional balinesa Batik, la colocación de piezas en aletas y su aplicación en el proceso de vidriado. Además de los toques textiles, también prescindieron de las calcomanías y la serigrafía de logotipos directamente sobre las tablas. En total, fabricaron 27 tablas durante su estancia, prestando especial atención a algunas que se destinarán a la nueva tienda Deus en Los Ángeles. El tiempo que Jake pasó aquí fue muy valioso para nosotros; le estamos muy agradecidos y estamos deseando que vuelva pronto.











