Retrospectiva n.º 2 de un viernes de junio. Fue un día en el que una mujer y unos hombres se adentraron en una intensa corriente, los sacaron por la parte trasera solo para volver a entrar sobre sus cuerpos y terminaron en unos contenedores de basura, para regocijo y diversión de quienes estaban desparramados en las tumbonas. Luego se sumergían de nuevo y lo volvían a hacer. Este carrusel natural, impulsado por la marea, se desarrolló en nuestra feria acuática privada hasta que, en una mañana, aunque parecía más rápido que una pelea a cuchillo en una cabina telefónica, terminó.
No se desesperen, nuestro dúo digital estuvo presente grabando todo el proceso. Desde que regresaron de sus aventuras por Indonesia, han estado encerrados en el búnker, sudando sobre discos duros calientes, intentando recopilar el atraso binario. Este es el segundo detalle que nos dejan entrever. Les daremos más, ya que no los dejaremos ir hasta que terminen.
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