¡Hola, leñadores! Indonesia es mucho más de lo que parece. Las revistas nos han contado miles de historias de olas perfectas desde que Tom Carrol y Martin Potter aparecieron en la película de VHS "The Hole", pero han optado por ignorar los gustos de muchos longboarders. Las longboards no están hechas para las olas impetuosas de las Mentawaiis ni para las izquierdas giratorias de la península de Bukhet. Están hechas para olas largas y perfectas que llegan hasta la cabeza. ¿Y saben qué? Indonesia tiene un as bajo la manga para complacer a un grupo cada vez mayor de maestros del nosriding. Incluso ha empezado a producir algunos de los suyos para rivalizar con los mejores del mundo. Husni Rihwand ha aparecido con frecuencia en el ciberespacio, pero me cuesta creer que su talento ya se haya exhibido como es debido. El tranquilo pueblecito que él y sus amigos llaman hogar no es ningún secreto para el mundo del surf. Ha sido un éxito para los surfistas japoneses viajeros y un puñado de australianos durante años. Dos puntos con fondo de arena perfecto y un arrecife muy acogedor esperaban tranquilamente a quienes se animaran a emprender el largo viaje. Disculpen, pero no les digo que deban ir, ya que he disfrutado bastante de las sesiones sin aglomeraciones de mis dos últimas estancias. Sin embargo, no contarles mi memorable experiencia iría en contra de mi descarada necesidad de informarles de lo que se han perdido. Dicho esto, no estoy seguro de poder expresar con palabras lo mucho que lo pasamos. Las imágenes reflejan mucho mejor la emoción.
- Harrison Roach





















