¿A quién no le gusta un viaje a la playa? La mayoría desconoce que el surf fue el origen de Slidetoberfest. Fue el germen de la idea original cuando empezamos todo esto. Cuesta creer que fue hace ocho años.
Fue un momento y un lugar para desahogarnos después de tantas reuniones en lo que ahora conocemos como el Templo del Entusiasmo. Fue la culminación de muchísimo trabajo duro. Y Slidetoberfest fue la celebración de nuestros logros. Un día libre donde no pensábamos en lo que había que hacer.
Slidetoberfest era entonces un día de surf con amigos. Nada más y nada menos. Ni artificial ni competitivo. Sin discriminación ni clasificación, y con una pretensión de inclusión.
Con el paso de los años se transformó, se retorció, se tejió y se construyó hasta convertirse en un evento motor a medida que éramos arrastrados por la escalera mecánica de la vida por nuestros intereses, necesidades y deseos.
Quizás esta prohibición generalizada de eventos externos en Bali sea algo bueno. Porque hoy fuimos todos a surfear juntos. Nos subimos a furgonetas y fuimos a una playa y nos divertimos. Remamos. Charlamos. Nos reímos. Almorzamos en un warung local. Bebimos cerveza. Algunos salieron a coger olas y otros no. A nadie le importó porque todos los que vinieron lo pasaron genial. Nos desahogamos.
A veces perdemos de vista las metas. Construimos montañas mentales y puentes que hay que cruzar. Las cosas sencillas que antes nos entusiasmaban se pierden en la búsqueda de lo nuevo, lo real, lo auténtico, lo individual.
El destino, el mal momento y la mala suerte nos han demostrado hoy que este regreso del Deus Slidetoberfest a su estado original es una bendición disfrazada.
Hoy nosotros, la familia Deus y amigos, fuimos a surfear juntos. 


































































