Crecí en Huntington Beach, California, como piloto de motos. Costa Mesa era nuestro Wrigley Field. Un lugar para ver a los mejores lanzarse de lado para los aficionados y por la gloria. Nunca fui un corredor de speedway ni lo he intentado; era un corredor en el desierto, que es prácticamente lo contrario. Pero siempre que llegaba la Noche Harley en el Costa Mesa Speedway, estábamos allí para observar. La Noche Harley pronto se convirtió en el espectáculo nocturno más grande del verano en CMS y, en poco tiempo, chicos como Jason Klements de Fast Js construían motos más adecuadas para las carreras de flat track. Poco después, nació Hooligan Racing. Participé en algunas carreras por diversión, pero las carreras de Hooligan se convirtieron en una verdadera serie de carreras en los últimos dos años, ¡y los chicos eran rapidísimos!
Cuando me enteré de que la siguiente parada de la Superhooligan Series sería el Costa Mesa Speedway, por supuesto, llamé a Julian de Deus ex Machina en Los Ángeles y le pregunté si tenía alguna moto disponible para competir. La tenía, y no era una moto hooligan cualquiera, sino una preciosa Triumph Street Scrambler 2018, construida en colaboración con Deus y el equipo de BA Moto en Signal Hill, California. La moto tenía abrazaderas triples Co-built, asiento y colín Saddlemen personalizados. Llantas Excel con neumáticos Dunlop flat track, escape Vance and Hines, manillar Mika Metals y todo lo necesario en su sitio. BA Moto y Deus la arrasaron con esta, y le pusieron un acabado de pintura Ornamental Conifer personalizado para completar el conjunto.
Recogí la moto de BA Moto solo un par de días antes de la carrera. Como no había montado ni corrido en flat track o hooligans desde el año anterior en Costa Mesa y el año anterior a esa ocasión, pensé que al menos un día de práctica podría ser una buena idea...
Fuimos a Milestone MX para un día de práctica y lo primero que noté fue lo mucho más ligera que era esta Triumph en comparación con otras Hooligans que había conducido. Realmente es la mejor configuración de Hooligan que he tenido la suerte de probar. Después de dar vueltas hasta que se puso el sol, estaba casi listo. La oportunidad de conducir una moto genial y salir a divertirme compitiendo con chicos geniales en moto es lo importante. Claro que ganar es el objetivo, pero a veces quedar último puede ser igual de divertido.
Cuando llegó el día de la carrera, la expectación era enorme y todos tenían algo que decir sobre la Deus BA Moto Triumph. Siendo el único triunfo en un mar de Harleys, me sentí muy bien. En la primera manga me di cuenta de que había fallado un poco la configuración de los cambios. La segunda marcha era demasiado larga y la primera insuficiente. Lo aproveché al máximo e intenté encontrar mi ritmo. Conseguí liderar algunas vueltas en la tercera manga y, con ello, llegué a la B principal. No estaba exactamente donde quería estar, ¡pero me costó muchísimo intentarlo! Siempre que tengo la oportunidad de competir, en cualquier lugar, me apunto. Porque, caray, si no te diviertes, ¿para qué? ¡Jurado a la diversión, leal a nadie!
Texto de Forrest Minchinton
Imágenes de Monti Smith, Dustin Humphrey, Harry Mark 






































