Hacia el norte de Noosa: capítulo 3

North to noosa: chapter 3
En estas tardes frescas y soleadas, el viaje de Grafton a Byron Bay es una auténtica delicia. Con la furgoneta a cuestas, nos dirigimos hacia el norte bordeando el río Clarence, agarrándonos con fuerza a las ráfagas de viento que nos azotaban cada semirremolque que pasaba en dirección contraria. Nuestra emoción aumentaba al pasar cada pueblo, sabiendo que, una vez que Ballina quedara atrás, estaríamos en la recta final. No soy muy creyente, pero las verdes colinas del interior de Byron Bay son como imagino el país de Dios. Cabalgando sobre las verdes colinas, bañadas por el sol y con vistas al océano, me sentí muy bien al volver a un territorio familiar. Para deleite de Husni, señalamos Lennox al sur y Byron al norte. El desvío de Broken Head nos llevó desde la Pacific Highway hacia el océano Pacífico. Desde allí, nos fundimos con el tráfico lento, detrás de un autobús turístico con un olor agradable que regresaba de Nimbin. En el corazón del pueblo nos recibió el habitual sonido de bongós y didgeridoos. Evitándolo por completo, nos dirigimos a la playa y vimos qué era lo que habíamos buscado hasta entonces. Desde el Paso hasta el Naufragio, las olas giraban a nuestro alrededor. Con solo tablas cortas en las bicicletas, decidimos que los picos más rápidos y potentes de Clarks eran la mejor opción. Salimos, todavía llenos de adrenalina, surfeando hasta que el cansancio nos venció. Dos cervezas después, sintiéndonos como en casa, dormíamos profundamente en una casa de Suffolk Park. ~ HARRISON ROACH Fotografía de Anthony Dodds y Thomas Walk