Siempre hemos sido fans de la Yamaha XJR1300. Desde su lanzamiento a finales de los 90, esta modesta bestia de 1.3 litros se ha convertido en un clásico del mundo del turismo deportivo, en gran parte gracias a su cabina ergonómica y su entrega de potencia fluida. Tras su primera gran actualización en 2015 (que lamentablemente nunca llegó a Australia), el mundo de las motos personalizadas se dio cuenta del potencial de esta potente moto gracias, en parte, al programa de construcción en taller de Yamaha.
Entonces, cuando Salé se acercó a Jeremy con la idea de transformar su XJR en un homenaje despojado y asesinado al XJR que Australia nunca recibió, Jez estaba más que dispuesto a hacer de esta idea una realidad.
El primer paso fue despojarlo de su aspecto anticuado, quitando la voluminosa y anticuada parte trasera, el asiento, las tapas laterales y el silenciador de serie. Jeremy modificó el subchasis para adaptarlo al asiento europeo y moldeó a mano los paneles laterales de aleación para que siguieran las líneas del depósito y se integraran a la perfección con el nuevo asiento.
Una vez que se había modelado la forma básica de la moto, llegó el momento de pulir los detalles más finos. En la parte delantera, se reemplazaron los relojes de serie por un Motoscope Pro de Motogadget (https://motogadget.com/en/), los interruptores se reemplazaron por unos de Purpose Built Moto (https://purposebuiltmoto.com/) de tres botones y el faro delantero por una unidad PBM Flashpoint. El manillar y los retrovisores Rizoma completaron el habitáculo a la perfección.
Con la estética impecable, llegó el momento de la succión, el golpe y el soplo a juego. DNA Filters (https://www.dnafilters.com/) suministró un juego personalizado de sus filtros XVO CNC Billet top para aspirar considerablemente más aire en el motor. Para aprovechar al máximo el aire extra, se utilizó el Power Commander V y la calibración en el banco de potencia de RB Racing para optimizar el golpe. Por último, se utilizó un escape clásico Conic 70 de SC Project (https://sc-project.com.au/) para asegurar un soplado... y un ruido suficientes.
Con todo este ímpetu, era hora de pensar en frenar. Nuevos cilindros maestros de freno y embrague, discos sobredimensionados y pinzas de 6 pistones Discacciati (https://en.discacciatidbs.com/), acoplados a un juego de latiguillos de freno Hel, garantizan que frenar a esta bestia sea pan comido.
Por último, Marc de Sydney Custom Spray Painting hizo su magia pintando la moto en negro brillante con un sutil toque rojo y un logo Deus en negro mate que continúa hasta las cubiertas laterales.