Cada vez que tenemos un gran evento en el Templo de Deus, nos gusta abrir el estudio fotográfico para tomar fotos de la noche. Hay algo en ese momento. El lugar, la gente y las diversas lubricaciones son, en una palabra, embriagadores. Como lo fue de nuevo el domingo por la noche. Pudimos ver a todos bajo una luz diferente, especialmente a medida que avanzaba la noche. Se trata de cabello suelto y zumbando. Capturamos fotos de los chicos con sus juguetes y de las chicas con sus chicos. Dando vueltas o simplemente haciendo el payaso. Con el mal tiempo o todos apiñados. Mezclando todo, un momento capturado. Una reflexión para nosotros y quizás una revelación para ustedes. Sin más preámbulos, aquí tienen una selección para que la disfruten...



































































































