Es raro reconocer una oportunidad única en la vida en el momento en que se presenta, y aún más raro aprovecharla. Por suerte, algunos somos muy listos. Así que, cuando el plan de celebrar el segundo Swank Rally de Brasil en un monumento nacional parcialmente deconstruido llegó a mi bandeja de entrada, fue simplemente cuestión de recomponerse y enviar un escueto "sí" (con algunos adjetivos poco favorables para los patrocinadores) al equipo del sur.
El Estadio Pacaembu, o Estádio Municipal Paulo Machado de Carvalho para los que usan Wikipedia, es una belleza de estilo coliseo art decó construido en los años cuarenta y actualmente está en renovación, dejando un círculo del tamaño de una cancha de fútbol de arena y barro en el medio, perfectamente adecuado para nuestras necesidades.
Siguiendo la filosofía de "corre lo que traigas" de un Swank Rally, mini motos, bicicletas eléctricas, scooters, senderos y una gran cantidad de CRF 250 proporcionadas por Honda, todos tomaron turnos en la pista en cuatro categorías de competencia.
Cuando no había carreras, había actuaciones de música en vivo para disfrutar, Dario Costa detrás de la parrilla y Fred Lyrillos ofreciendo un espectáculo que superó las expectativas del público (literalmente).
